A Door on a Better World
Iniciativa promovida por la empresa Scrigno con la contribución del estudio MC A Mario Cucinella Architects
Una nueva estructura está a punto de surgir en los bosques de la Valsugana, en el pintoresco parque de arte contemporáneo, símbolo de la simbiosis entre el hombre, la naturaleza y las obras fruto de la creatividad humana. Ha sido concebida por los jóvenes y meritorios diseñadores de la YACademy bajo la supervisión del estudio MC A Mario Cucinella Architects.
Una arquitectura del alma, que con su lenguaje puede traer a la memoria símbolos precisos y despertar emociones y sensaciones capaces de fortalecer esa relación especial que permite al hombre conectarse íntimamente con la naturaleza. Este es uno de los rasgos distintivos de la nueva estructura que se ubicará en Arte Sella, el parque de arte contemporáneo que alberga obras de arte entre los bosques de la Valsugana (Trentino), generando un diálogo único entre el ingenio del hombre y el mundo natural. Un lugar evocador, enriquecido por la contribución de artistas y arquitectos de renombre como Eduardo Souto de Moura, Kengo Kuma, Michelangelo Pistoletto y Edoardo Tresoldi, por citar algunos.
Para el otoño se ha previsto una nueva estructura, fruto de una iniciativa promovida por la empresa Scrigno Spa con los socios YACademy, una academia internacional de arquitectura con sede en Bolonia, y el estudio MC A Mario Cucinella Architects.En el taller que concluyó a finales de mayo, participaron algunos alumnos de los cursos de la YACademy de Architecture for Humanity y Architecture for Exhibition (edición 2020), bajo la supervisión del estudio MC A y con la colaboración de su departamento de I+D+i. Son tres las propuestas de «arquitectura nómada» que ha dado como resultado el taller y una de ellas (la selección está en proceso) se montará en el parque Arte Sella, además de plantar mil árboles como gesto simbólico para reparar los daños provocados al parque por la tormenta Vaia que en 2018 azotó el Triveneto.
La estructura como portal simbólico para el cambio
«A door on a better world» es el tema desarrollado por los tres grupos de diseñadores que han contado con la supervisión de Martina Ruini,arquitecta del estudio MC A, y las revisiones realizadas directamente por Mario Cucinella.
Pedimos a los jóvenes diseñadores que desarrollaran una reflexión sobre las implicaciones que tiene la arquitectura en el medio ambiente, a través de una instalación de simbolizara un enfoque renovado de la arquitectura hacia los temas ambientales, ubicándola en un lugar que simboliza la relación entre el hombre y la naturaleza, como es el parque Arte Sella
explica Martina Ruini. Así pues, es una creación en armonía con un contexto realmente pintoresco, que se interesa por el tema de la sostenibilidad y es capaz también de estimular reflexiones, imprescindibles tras la tormenta Vaia, sobre el cambio ambiental.
Los proyectos también tienen la finalidad de transmitir un mensaje simbólico, en cierto modo eterno, en el que poder reconocerse también en el futuro. Por esta razón se ha prestado especial atención al lenguaje de la arquitectura, del que tenía que surgir un mensaje para dejar a la sociedad. Por último, el desafío de crear una arquitectura que también tuviera un carácter nómada, para poder relacionarse con el cambio que lamentablemente también afecta a estos lugares». «Todos los proyectos han sido muy valorados por Scrigno, por Mario Cucinella y por Arte Sella, ahora hay que elegir uno y su viabilidad tendrá un peso importante en la decisión final
concluye Martina Ruini.
Las tres propuestas
THE JOURNEY
de Afreen Ali, Anna Collatuzzo, Arezoo Mohepour, Juan Salamanca Balen y Paula Strieder
Un santuario en el que reflexionar y que invita a llevar a cabo un viaje, entendido como un recorrido interior. En pocas palabras, este es el concepto clave del proyecto «The journey». La microarquitectura está formada por sencillos perfiles metálicos y una base de chapa que también está lastrada con piedras locales. El límite interior y exterior del «volumen» está formado por cuerdas elásticas reutilizadas. Las cuerdas de colores aluden a una compenetración de dos volúmenes diferentes acoplados en bases de distintas formas (cuadrada la exterior y circular la interior).
Antes de llegar al núcleo, se recorre una especie de ruta circular y así comienza el viaje. El interior es una «especie de mirador hacia el cielo, así que el proyecto simboliza una relación redescubierta entre los elementos primarios, es decir, el cielo y la tierra con los que el visitante entra en contacto cuando se detiene en el centro de la estructura. La sencillez de esta relación entre elementos supone también un regreso a los orígenes», sigue explicando Martina Ruini. «Los jóvenes diseñadores - continúa la arquitecta - han querido desarrollar una reflexión sobre la precariedad de la permanencia de los hombres con respecto a la vida de nuestro planeta, además de los cambios que nos afectan y son mucho más importantes y poderosos que nosotros mismos». Con el tiempo, la naturaleza se apoderará de la estructura y la colonizará. La estructura se fusionará así con la vegetación.
ESHO FUNI
de Nicoletta Centioni, Marta Daturi, Francesca Maestri y Diego Vázquez
El proyecto se inspira en el principio budista (esho funi) según el cual el ser humano y el medio ambiente no solo son interdependientes, sino que forman un todo. Nosotros como seres humanos somos inseparables de la naturaleza y nuestro entorno refleja nuestro yo interior, este es el principio del que el proyecto extrae su razón de ser. «Con referencia al principio budista, los diseñadores se centran en la relación entre el hombre y la naturaleza de una manera muy explícita», comenta Ruini. Las similitudes estructurales entre el cuerpo humano y las plantas (la columna vertebral es comparable a un tronco, las ramas a los brazos, la linfa a la sangre, etc.) se convierten en una fuente de inspiración. En particular, los diseñadores se centran en la analogía entre la médula, que en la planta constituye la ruta de transporte para llevar el alimento a las ramas y hojas, y el corazón humano.
Entrar en el corazón de un tronco es la acción que da forma a un espacio simbólico en el que meditar sobre el principio budista. La estructura está compuesta principalmente por troncos de madera que dejan un hueco en el que se coloca un asiento. «El visitante se ve inducido no solo a reflexionar, sino también a interactuar con el elemento natural, que también es una obra de arte», explica la arquitecta del estudio MC A. En el hueco interior hay una serie de espejos pegados sobre la superficie de algunos troncos. Hay distintas inclinaciones para reflejar así el entorno natural y al usuario de diferentes maneras.
SOUND
de Viviana Cerlino, Elena Giaccone y Tatiana Nebiolo
Aquí el principio inspirador proviene de la física de la reverberación: se puede decir que cada impulso sonoro interactúa con lo que lo rodea, de modo que la permanencia de un sonido en un entorno depende de la capacidad de los cuerpos para reflejar o absorber las ondas sonoras.
Cada cambio se registra y perdura en el entorno, el hombre como un minúsculo fragmento participa en este concierto continuo. «Párate y escucha este increíble sonido del que estás participando» es la invitación implícita en la propuesta de diseño de un portal concebido como un instrumento musical en el interior del bosque, que a su vez se inspira en los versos de Fernando Pessoa:
«Si escucho, siento tus pasos
existir como yo existo»
«Lo más interesante de este proyecto es que la estructura no crea un espacio», destaca Martina Ruini. El visitante puede interactuar con la estructura, activando las piezas que la componen. Un elemento lúdico, formado por portales que mantienen unidas las piezas de madera colocadas en filas paralelas, todas libres de moverse y girar alrededor de los cables de acero que las sostienen.
La fuerza impulsora es el viento y el instrumento musical es la propia estructura. Las piezas de diferentes maderas tienen una densidad y un peso específico distintos, para emitir diferentes sonidos. La madera, perecedera, volverá a la tierra con el tiempo. La estructura, es lo que piensan los diseñadores, podría realizarse en cualquier bosque en peligro de todo el mundo, como un símbolo para concienciar sobre el tema de la preservación de los ecosistemas forestales.
Fuente: Professione Architetto