Los resultados del sector de la construcción en 2020 y las perspectivas de cara a los próximos años

Caída y recuperación definen la tendencia del mundo de la construcción en los últimos años: de la burbuja inmobiliaria de 2008 a la recuperación de la última década y la crisis inducida por la emergencia sanitaria de 2020 que ha dado paso a fuertes señales de recuperación ya en la segunda parte del año, aunque salpicadas de una incertidumbre permanente. En este artículo analizamos los resultados del sector de la construcción en 2020 y las perspectivas de cara a los próximos años a partir del informe más reciente del CRESME (Centro de estudios de mercado y servicios para quienes trabajan en el mundo de la construcción y la vivienda), con un vistazo a las principales tendencias del mercado internacional.

El escenario mundial de la construcción

La pandemia ha provocado una reducción del producto interior bruto mundial del 3,5% en 2020, con una caída del comercio del 9,6%. En cuanto al mercado de la construcción, las pérdidas del año pasado rondaron los quinientos cincuenta mil millones de euros, pero las estimaciones para 2021 son positivas y un estudio reciente pronostica un retorno a los niveles de 2019, con un valor total del mercado de la construcción estimado en ocho billones seiscientos dos mil millones de euros a final de año.

El impacto del «cisne negro» en 2020 fue considerable. De hecho, el cambio de las inversiones en construcción a nivel global ya había sufrido un descenso moderado en 2019 (pasando del +1,8% al +0,7%), hasta caer al -4,1% en 2020. Una situación aún más sombría que la de 2008, pero de la que se espera un repunte significativo hasta alcanzar el +4,3% este año. En el gráfico por áreas económicas, América del Sur registró el peor escenario en el cambio de inversiones, correspondiente al -14,4% en 2020, seguido de Europa (‑7,5%), África (-6,9%), Oceanía (-4,5%), América del Norte (-3,7%) y Asia (-1,9%).

Se estima que en el período 2021-2025 el mercado de la construcción tendrá un crecimiento medio del 3,2%. Según las previsiones, África tendrá una tasa del +5,4% y América del Sur se recuperará solo en parte, alcanzando un +3,6% en 2025. Tampoco Europa y Norteamérica podrán recuperar las pérdidas totales, registrando un crecimiento del 3,1% y 2,4% respectivamente. La recuperación del mercado estadounidense se verá impulsada ante todo por el programa de inversiones ya implementado parcialmente por la anterior presidencia. Por otro lado, se abren escenarios más positivos en Asia, con previsiones de mercado que alcanzan un crecimiento del 3,2% en cinco años. Dentro de este ámbito, destaca la posición de China, principal mercado mundial de la construcción, que «solo» registró un -0,2% en 2020 y se espera que se recupere en un 5,7% ya este año como productor clave de materias primas, entre las que cabe señalar el acero, cuya demanda está creciendo con fuerza.

Cambio en el valor de la producción en el sector de la construcción en los principales países de la UE y Reino Unido

Los datos relativos al valor de la producción en el sector de la construcción en los países de la Unión Europea y Reino Unido se situaron en -8,4% en 2020 y las previsiones actualmente disponibles para 2021 estiman un cierre positivo del año del 4,8%. Sin embargo, es importante señalar que la situación en estos mercados es profundamente heterogénea.
Por ejemplo, es interesante la posición de Alemania, que en 2020 mostró un dato de cambio en el valor de la producción claramente inferior al resto de países de la zona (-1,6%) que, sin embargo, seguirá siendo negativo en 2021 (‑0,2%). Por otra parte, se abren excelentes escenarios de recuperación tanto en Francia como en el Reino Unido que, tras una fuerte desaceleración (del 15,8% y del 19,5% respectivamente), agravada en el caso del Reino Unido también por la salida de la Unión Europea, recuperarán el 13,6% y el 12,6%. La mejora en España será menor. Se espera un crecimiento del 4,5% a finales de 2021 tras el descenso del 12,5% en 2020.

Finalmente, en Italia, tras el colapso del sexto ciclo de construcción en 2014, el mercado experimentó un período de crecimiento y consolidación que duró hasta 2020 y luego cayó drásticamente hasta el -7,4%. Las estimaciones son positivas: a finales de 2020 el país debería poder presentar mejores resultados que los de 2019 por un cambio en el valor de la producción del +5,2%, impulsado por inversiones en obra pública, transporte y recalificación del activo inmobiliario existente.

Los desafíos del futuro

La construcción es uno de los sectores que más rápido está reaccionando a los retos del contexto global y, por ello, es candidata a ser el motor de la recuperación de la economía pos-COVID. ¿Cuáles son las condiciones y los factores esenciales a tener en cuenta para que el sector pueda volver a ponerse en marcha e impulsar una nueva etapa de crecimiento de la economía internacional? Hay dos consignas: sostenibilidad e innovación tecnológica.

Sostenibilidad

Hoy, la belleza trasciende cada vez más el puro gusto estético y también se define en relación con los valores de sostenibilidad ambiental y social. Esta nueva sensibilidad compartida, relacionada con las políticas europeas y las medidas e incentivos puestos en marcha por cada país, marcará el rumbo de los próximos años, contribuyendo también a crear los paradigmas constructivos que darán forma a los espacios del futuro, permitiendo un vínculo aún más fuerte entre la naturaleza, la arquitectura y la reducción de la huella de carbono.

La Unión Europea ha respondido a la crisis pandémica con la Next Generation EU (NGEU), un mecanismo de setecientos cincuenta mil millones de euros de presupuesto y una ambición sin precedentes acordado por los líderes de la UE en julio de 2020. La piedra angular de la NGEU es el Fondo de Recuperación y Resiliencia, que es el dispositivo de seiscientos setenta y dos mil quinientos millones de euros creado para ayudar a los Estados miembros a que sus economías emprendan la transición ecológica y digital, volviéndose más sostenibles y resilientes. Por lo tanto, cada estado ha definido en sus planes nacionales de recuperación y resiliencia un programa de reformas e inversiones hasta 2026, con un paquete coherente de proyectos, reformas e inversiones que también incluyen el mundo de la construcción.

Además, la Comisión Europea ha publicado recientemente el análisis preliminar de las estrategias de reconversión a largo plazo de los Estados miembros, que esbozan planes claros para apoyar la reconversión, para que su parque de edificios sea energéticamente eficiente y esté descarbonizado para 2050. También se hará una importante contribución a la iniciativa Renovation Wave (Ola de renovación) anunciada como parte del Green Deal, con el objetivo de adoptar medidas específicas, crear las condiciones necesarias para intensificar las obras de reconversión y duplicar la tasa de modernización de los edificios, ahora en el 1%.

En particular, el parque de viviendas de la UE es responsable de alrededor del 40% del consumo total de energía en los veintisiete países y del 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Por tanto, es una recalificación necesaria no solo para promover la eficiencia energética sino, al mismo tiempo, también para combatir la pobreza energética, ya que casi 34 millones de europeos no pueden permitirse el lujo de calentar adecuadamente sus hogares.

Materias primas

La rapidez de crecimiento de la construcción y el tamaño de la demanda, en relación con la capacidad de producción del sector, están profundamente desequilibrados. El cambio significativo en la dinámica de importación-exportación internacional y el retraso en la tramitación de pedidos, en parte por las dificultades relacionadas con las nuevas formas de trabajar en cumplimiento de la normativa anti-COVID, combinados con políticas de especulación internacional están determinando un aumento generalizado de los costes de las materias primas (por ejemplo, metales, materiales de aislamiento térmico, madera, mortero, adhesivos, ladrillos), así como el transporte.
De hecho, en los últimos meses se han producido incrementos de precios de dos dígitos que superan las fluctuaciones normales del mercado, comprometiendo el avance de obras ya iniciadas o contratadas, aumentando el riesgo de una inflación desproporcionada y descontrolada. Si la tendencia no se revierte rápidamente, las consecuencias podrían afectar a toda la economía.

Innovación tecnológica

La revolución tecnológica que lleva ya tiempo en marcha en muchos otros sectores es ahora también transversal en el mundo de la construcción. Por ejemplo, la atención está creciendo hacia el BIM, Building Information Modeling. Las ventajas de tener un modelo digital 3D del edificio son numerosas, incluida la simplificación de la colaboración entre las partes involucradas (arquitectos, ingenieros y contratistas) durante todas las fases de diseño y construcción del edificio, con obvias ventajas en términos de gestión de plazos y presupuesto. También cabe destacar el Digital Twin, el gemelo digital del edificio, capaz de establecer una representación en tiempo real del edificio, los sistemas y subsistemas que lo componen, el estado y cómo su funcionamiento se ve influido por la presencia y el comportamiento de los ocupantes. Por último, la innovación tecnológica también está jugando un papel crucial en la construcción de edificios inteligentes.

Estamos atravesando un período de cambio radical en hábitos, estilos de vida, formas de trabajar, producir y moverse. El hogar, la oficina, las infraestructuras urbanas se convierten en factores clave para esta transformación, que deberán fundamentar los cánones de una nueva normalidad. El desafío que se abre a los protagonistas del sector de la construcción y la arquitectura es combinar las mejores habilidades, innovaciones y profesionalidad para convertirse realmente en intérpretes y promotores de la reactivación económica.